Erasmo de Rotterdam, figura clave del Renacimiento, escribió Elogio de la Locura en un periodo de transformación social y cultural, marcado por la tensión entre la tradición medieval y el humanismo. Esta obra, dedicada a su amigo Tomás Moro, se presenta como un discurso irónico que defiende la locura, la insensatez y la estulticia como fuentes de felicidad y deleite humano.