En «Gaijin», la autora Baru Marui nos presenta la historia de Violet Gentile, una joven que decide abandonar su vida en Nueva York para acompañar a su novio, Yuki Nakamura, tras recibir una devastadora noticia sobre su familia. La trama se desarrolla en Hakone, un pintoresco pueblo al oeste de Tokio, donde Violet se enfrenta a un mundo totalmente diferente al que conocía.
En mi opinión, «Gaijin» es una obra que logra capturar la esencia de un Japón desconocido para muchos, presentando no solo sus tradiciones, sino también las complejidades que surgen al confrontar diferentes formas de amar. La habilidad de Marui para describir paisajes y sentimientos con tanto detalle es impresionante, y permite al lector sumergirse en la atmósfera del relato.
La dinámica entre Violet y Haru es particularmente interesante, ya que representa el contraste entre el amor romántico y la rigidez cultural. A medida que avanza la historia, se desdibujan las fronteras de la percepción inicial de Violet, llevándola a un autodescubrimiento que la transforma profundamente.
«Gaijin» es más que una simple historia de amor; es un viaje a través de la identidad, los prejuicios y la aceptación. La obra invita a los lectores a reflexionar sobre sus propias convicciones y a considerar la riqueza que puede encontrarse en lo desconocido.