La prosa de Olivia Elkaim es rica y evocadora, lo que permite al lector sumergirse en el mundo de Jeanne. A través de su escritura, Elkaim logra transmitir la complejidad de los sentimientos y las luchas de una mujer que intenta encontrar su lugar en un mundo dominado por hombres. La autora hace un trabajo excepcional al retratar la dualidad de ser musa y creadora, desafiando la idea de que las mujeres deben conformarse a roles predeterminados.
La narrativa no solo se centra en la relación romántica entre Jeanne y Modigliani, sino que también explora su crecimiento personal y profesional, lo que convierte a Jeanne Hebuterne en una lectura imprescindible para aquellos interesados en la historia del arte y en la reivindicación de las voces femeninas.