«La Mujer Singular y la Ciudad» es una obra que se presenta como la continuación natural de su libro anterior, «Apegos feroces». En esta obra, Gornick utiliza la vibrante ciudad de Nueva York como escenario para explorar los ritmos cotidianos de la vida urbana. A través de sus paseos por las calles de Manhattan, la autora nos invita a observar no solo el entorno físico, sino también las interacciones humanas y los cambios emocionales que se producen en su vida y en la de quienes la rodean.
El personaje principal es, sin duda, Vivian Gornick misma, quien se presenta en un autorretrato honesto y valiente. A menudo, está acompañada por su madre, una figura que simboliza tanto el amor como la complejidad de las relaciones familiares. Gornick también interactúa con una serie de extraños en sus paseos, quienes representan las múltiples facetas de la vida urbana.