A medida que el frío se intensifica y la niña se siente abatida, decide encender uno de los fósforos para calentarse. Cada vez que lo hace, se sumerge en visiones fantásticas que le ofrecen un breve alivio de su triste realidad. Estas visiones incluyen:
- Una calidez acogedora junto a una chimenea.
- Una mesa llena de deliciosos manjares.
- Un hermoso árbol de Navidad.
- La aparición de su abuela, quien representa el amor y la protección que ha perdido.
Finalmente, la historia culmina en un desenlace trágico, donde la niña, después de haber encendido todos sus fósforos, es encontrada muerta en la calle. Sin embargo, se sugiere que su alma ha sido liberada y que ahora está en el paraíso junto a su abuela.