En una noche oscura y lluviosa, mamá osa ha acostado a su pequeño Sam, quien no está listo para dormir. A pesar de que mamá osa le ha leído su cuento favorito, lo ha arropado con una manta roja y le ha traído sus muñecos de peluche, Sam sigue sintiendo que le falta algo. La historia se desarrolla en un ambiente acogedor, donde la relación entre madre e hijo se muestra cálida y amorosa. Finalmente, mamá osa descubre el elemento que Sam tanto anhela, lo que da un giro tierno a la narración.