El libro narra la travesía de Fedro y su hijo mientras recorren las carreteras de los Estados Unidos en motocicleta. Este viaje, que se presenta como un simple recorrido por paisajes variados, se convierte en una metáfora sobre la vida. A medida que avanzan, el mantenimiento de la moto se transforma en una práctica de concentración y aprecio por los detalles, evocando los principios del Zen.